Nací en Valencia en 1965. Allí viví sólo 3 años y después me trasladé con mis padres a Madrid donde realicé todos mis estudios, desde 1º de EGB hasta COU, en el emblemático Instituto Ramiro de Maeztu (sede del equipo de baloncesto Estudiantes) del que conservo buenos recuerdos y algún que otro amigo de los de siempre. Después de haber vivido 30 años en Madrid hay gente que todavía me dice que conservo acento madrileño aunque mi familia es alcoyana y siempre he hablado valenciano en el ámbito familiar.
Estudié Físicas en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y los dos últimos años (4º y 5º) me especialicé en Física de la Materia Condensada. Muchos de mis compañeros han seguido por el duro camino de la investigación científica y otros buscaron su futuro en el campo empresarial (sobre todo en el mundo de las telecomunicaciones).
Cuando terminé la carrera en el año 1990, todavía se realizaba el servicio militar y yo lo realicé a lo grande en el Grupo de Operaciones Especiales (Órdenes Militares I – COE 12 de Colmenar Viejo). Una mili algo dura pero emocionante en la que teníamos que ganarnos nuestra boina verde y en la que aprendí muchas cosas (escalada, orientación, submarinismo, esquí, etc) pero sobre todo aprendimos que la vida dura venía después.
Posteriormente, estuve algunos meses trabajando en una empresa de electrónica pero lo que me gustaba era la investigación. Tuve la suerte de encontrar un profesor, Carlos Prieto de Castro (al que hoy además de profesor, lo considero un amigo) en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid adscrito a la UAM con quien comencé mis estudios de doctorado. Gracias a una beca FPI del Ministerio pude leer en 1996 mi tesis titulada «Aplicación de las técnicas de absorción de rayos X al estudio de heteroestructuras metálicas». La tesis principalmente consistía en la utilización de dos técnicas de sincrotrón (EXAFS y Dicroísmo Magnético) para caracterizar superredes magnéticas tanto estrutural como magnéticamente. Puesto que en España entonces no había ningún sincrotrón tuve que viajar frecuentemente al sincrotrón del LURE (Laboratoire pour l’Utilisation du Rayonnement Electromagnétique) en Orsay (París) hoy reconvertido a sincrotrón SOLEIL.
Gracias a una beca europea del CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique) estuve durante la temporada 1996-1997 de nuevo en el LURE realizando un postdoc en EXAFS aplicado a la biología en una línea de luz italiana liderada por Isabella Ascone y en Dicroísmo Magnético con el grupo francés de Gerard Krill.
Seguidamente, mandé mi CV a la incipiente Universidad Miguel Hernández de Elche donde comencé en noviembre de 1997 y en la que permanezco hasta el momento actual. Nunca había sido docente y tuve que aprender y combinar esta tarea con mi investigación en el Dpto. de Ciencia de Materiales en el área de Óptica. En el año 2004 cambié de departamento pasando al Dpto. de Física y Arquitectura de Computadores en el área de Física Aplicada. Para mi comenzó un momento nuevo en el mundo de la investigación en el campo de la Contaminación Atmosférica y Calidad del Aire. A parte de aprender la utilización de sistemas de medida óptica de aerosoles hemos realizado prospecciones de calidad de aire en altura mediante la ayuda de vuelos tripulados en globos de aire caliente y paramotores con la ayuda de varios proyectos liderados por Carlos Pastor. Actualmente, colaboro con el Laboratorio de Contaminación Atmosférica de la UMH en el mantenimiento y la adquisición de datos en la estación de medida situada en el pico de Aitana (1558 m de altitud) dentro del proyecto PRISMA cuyo coordinador es J. Javier Crespo.
Personalmente, estoy felizmente casado y tengo un hijo estupendo. Me entusiasma el deporte, el arte y la música, el ambiente urbano con su tecnología y también el campo con sus tradiciones.